Exhibición

Territorios. Santiago Arau

Una muestra del trabajo fotográfico de Santiago Arau (Ciudad de México, 1980): 118 imágenes fotográficas que sacuden, replantean, dialogan e incitan al espectador a relacionarse con el territorio desde el asombro y la conservación.

Miguel Cabrera. Las tramas de la Creación

Miguel Cabrera. Las tramas de la Creación Miguel Cabrera fue el pintor novohispano más reconocido de mediados del siglo XVIII. Trabajó para laicos, órdenes religiosas y clero secular; fue nombrado pintor de cámara del arzobispo de México, Manuel José Rubio y Salinas, y alcanzó una holgada posición económica al final de su vida. Para los templos y colegios de la Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús -uno de sus principales clientes- realizó numerosas obras. La iglesia de San Francisco Javier de Tepotzotlán, Estado de México, es hoy en día su trabajo más complejo y que mejor lo representa. En su creación se desempeñó como un artista integral aplicando conocimientos y experiencias no sólo del pintor, sino también del escultor, del arquitecto y, por si fuera poco, del músico. La presente exposición aborda diversos aspectos de esta fructífera relación laboral entre el pintor y la orden religiosa; su participación en la proclamación de la Virgen de Guadalupe como patrona de la Nueva España; el uso de fuentes europeas para elaborar el programa iconográfico y estético en Tepotzotlán; y por último, algunos ejemplos de obras con devociones jesuíticas. El Museo Arocena, en colaboración con el Instituto Nacional de Antropología e Historia, se enorgullece en presentar este esfuerzo por difundir el conocimiento y disfrute de la obra de Miguel Cabrera, así como las enormes repercusiones de su obra en el ex colegio jesuita de Tepotzotlán. La vinculación con el Museo Nacional del Virreinato, primera sede de esta exhibición, y Verónica Zaragoza, su curadora, han permitido traer las obras del pintor de la Maravilla americana a la ciudad de Torreón en donde encuentran consonancia con las obras propias del Museo Arocena, dentro de los festejos de nuestro 10º aniversario. Virgen de la Inmaculada ConcepciónMiguel CabreraSiglo XVIII. Óleo sobre telaColección Museo Arocena / Fundación E. Arocena La pintura Novohispana del siglo XVIII Hacia 1722, los hermanos Juan y Nicolás Rodríguez Juárez dieron lugar a uno de los primeros intentos por establecer una academia de pintura en la Nueva España. Era un espacio para discutir ideas en torno al arte y a los mecanismos de producción estética; en él se congregaron diversos pintores, como José de Ibarra que se convirtió en el líder pictórico de su generación. Hacia 1754 Ibarra estableció, al igual que su maestro Juan Rodríguez Juárez, una academia. Algunos de sus discípulos fueron Francisco Antonio Vallejo y Juan Patricio Morlete Ruiz. Se desconoce si Miguel Cabrera fue también discípulo de Ibarra, pero se formó como artista en un círculo muy cercano a él. Miguel Mateo Maldonado y Cabrera nació entre 1715 y 1720 en la ciudad de Antequera en el Valle de Oaxaca, pero no se tienen noticias de su infancia y juventud. No es sino a partir de 1739 -año en que contrajo matrimonio con doña Ana María Solano en la ciudad de México- que contamos con datos de su vida. A la muerte de Ibarra en 1756, Cabrera tomó su lugar como el pintor más importante de su tiempo y en él recayó la dirección de la academia, convirtiéndose en el eje de otros artistas de importancia como José de Alzíbar y José de Páez. La Divina PastoraMiguel CabreraSiglo XVIII. Óleo sobre telaMuseo Nacional del Virreinato, INAH La Provincia Mexicana de la Provincia de Jesús La Compañía de Jesús fue fundada por Ignacio de Loyola en 1540. Sus integrantes llegaron a la Nueva España en 1572 y para el siglo XVIII había crecido y consolidado numerosas fundaciones, además de contar con un importante número de miembros. Las fundaciones –entre las que se encontraban misiones, colegios y residencias- requerían edificaciones y ornamentos para conferir carga simbólica a sus actividades religiosas y la Compañía se esforzó, a través de fondos propios o por medio de patrocinios, en contar con ellos. Una de las principales aportaciones de Ignacio de Loyola a la práctica religiosa son sus Ejercicios espirituales. En ellos invita a hacer un uso metódico y sistemático de los sentidos para crear atmósferas pertinentes –a través de imaginar determinadas escenas o imágenes religiosas- para la reflexión sobre la realidad. Este uso metódico de los sentidos tendrá por resultado que la Compañía fomente la creación de arte de calidad que serviría, además, como propaganda del catolicismo. Los primeros contactos entre Cabrera y los integrantes de la Compañía de Jesús en la Nueva España se dieron en la década de los años cuarenta del siglo XVIII en la Ciudad de México, donde empezó a establecer una red de relaciones con jesuitas como Antonio de Herdoñana y otros artífices como Higinio de Chávez con quien trabajaría posteriormente en Tepotzotlán. El Divino PastorMiguel CabreraSiglo XVIII. Óleo sobre telaMuseo Nacional del Virreinato, INAH Pintor de la Maravilla Americana La Compañía de Jesús fue fundada por Ignacio de Loyola en 1540. Sus integrantes llegaron a la Nueva España en 1572 y para el siglo XVIII había crecido y consolidado numerosas fundaciones, además de contar con un importante número de miembros. Las fundaciones –entre las que se encontraban misiones, colegios y residencias- requerían edificaciones y ornamentos para conferir carga simbólica a sus actividades religiosas y la Compañía se esforzó, a través de fondos propios o por medio de patrocinios, en contar con ellos. Una de las principales aportaciones de Ignacio de Loyola a la práctica religiosa son sus Ejercicios espirituales. En ellos invita a hacer un uso metódico y sistemático de los sentidos para crear atmósferas pertinentes –a través de imaginar determinadas escenas o imágenes religiosas- para la reflexión sobre la realidad. Este uso metódico de los sentidos tendrá por resultado que la Compañía fomente la creación de arte de calidad que serviría, además, como propaganda del catolicismo. Los primeros contactos entre Cabrera y los integrantes de la Compañía de Jesús en la Nueva España se dieron en la década de los años cuarenta del siglo XVIII en la Ciudad de México, donde empezó a establecer una red de relaciones con jesuitas como Antonio de Herdoñana y otros artífices como Higinio de Chávez con quien trabajaría posteriormente en Tepotzotlán. Manuel José Rubio

De Mitla a Sumatra / Telares que retoñan

De Mitla a Sumatra / Telares que retoñan Los textiles nos acompañan en todo momento de nuestras vidas: con las prendas de vestir honramos al mismo tiempo lo más divino y lo más profano, con ellos vestimos los momentos cotidianos, y con ellos también celebramos los acontecimientos más importantes. Como reflexión sobre este tema, el Museo Arocena, en estrecha colaboración con el Museo Textil de Oaxaca,  se enorgullece en presentar las exposiciones De Mitla a Sumatra: el arte de la greca tejida y Telares que retoñan: artistas jóvenes del textil. Las piezas reunidas ponen de manifiesto el profundo y complejo valor simbólico que tiene la prenda tejida: es el producto del trabajo individual de un artesano, que –cual hilo de su propia existencia- se teje con la labor de sus semejantes a lo largo de diferentes generaciones y naciones, produciendo parte del rico entramado que llamamos cultura. En las salas se pueden encontrar obras provenientes de quince naciones diferentes y una decena de etnias mexicanas; textiles cuyos creadores poseen un rango de edad que varía de los ocho años a la más experimentada madurez. Las piezas aquí reunidas son testimonio de tradición e innovación, cúmulo de diferencias y semejanzas que conforman un recorrido alrededor del globo. Inicia en las culturas rarámuri (tarahumara), nahua  y zapoteca de México y llega a Indonesia en su paso por China, Japón, Sudamérica, África Ecuatorial  y Medio Oriente. Queremos agradecer especialmente a la Fundación Harp Helú y al Museo Textil de Oaxaca por el profundo compromiso que sostienen con México, al rescatar y poner en valor las tradiciones artesanales de nuestro país, actividad que refrenda en esta ocasión el compromiso que tiene el Museo Arocena por promover la cultura y la educación en el norte de México. A ellos, y a todos nuestros visitantes, muchas gracias. José Pinto Mazal.Vicepresidente Fundación E. ArocenaRosario Ramos Salas.Directora Museo Arocena “Mitla es extrañamente distinta de los otros restos precolombinos… Los muros… están cubiertos por dentro y por fuera por decoraciones de dibujos geométricos de un tipo tal como no se encuentra en ningún otro lugar… Lo más curioso de estos dibujos es esto: todos ellos están manifiestamente inspirados y basados en dibujos textiles. A menudo se han reproducido en piedra las técnicas de la construcción y el tallado en madera. Pero tejido petrificado… esto es, ciertamente, extremadamente raro.» Aldous Huxley, 1934. Esta exposición es un reconocimiento y una motivación a las jóvenes generaciones de tejedores y bordadores que existen en Oaxaca y que, entre juegos de hilos y agujas, preservan una tradición milenaria. La planeación de esta exposición nos ha enriquecido mucho a quienes laboramos en el Museo Textil de Oaxaca y es este enriquecimiento el que nos gustaría compartir con todas las personas que visitarán. Además de conocer el trabajo de cada uno de los participantes de esta exposición y de maravillarnos con las habilidades que cada uno posee, el equipo del Museo tuvo la oportunidad de convivir un poco con cada familia. Así, viajamos a los hogares de los participantes y conocimos más sobre las tradiciones textiles, notamos cómo el tejer y el bordar son una herramienta para la vida y una educación complementaria a la que se recibe en un salón de clases. Es así como las mamás, las abuelas, las tías y los papás se vuelven maestros y maestras de la vida que con gran paciencia y cariño enseñan a los más jóvenes de la familia el antiguo arte de los hilos. De esta manera, la exposición y el video que hemos preparado para acompañarla, también son un reconocimiento a la educación familiar que se ha transmitido de generación en generación, desde hace miles de años. Acerca de la enseñanza de los más experimentados a los que se inician en este arte, me emocioné y reconocí al escuchar las voces de los más jóvenes: “me gusta lo que hace mi mamá”, “admiro lo que hace mi papá”, “preguntaba a mi abuelita cómo hacerlo”, “quiero hacer lo que hace mi mamá”, “me gustaría enseñar lo que me ha enseñado mi mamá”. Estos lazos familiares son los que dan sustento al Museo Textil de Oaxaca, origen de la exposición, donde no sólo queremos mostrar la belleza que posee un textil, sino reflejar la vida que cada pieza contiene. Gracias a cada uno de los participantes de esta exposición por compartirnos sus sueños, sonrisas, creaciones y por inyectar vida a esta exposición. Héctor Manuel Meneses Lozano.Museo Textil de Oaxaca, Director Toda la información sobre Telares que Retoñan Da clic en la imagen para leer el dossier con toda la información.