El Banco Nacional de México a través de Fomento Cultural Banamex, A. C. y el Museo Arocena presentan la exposición La colección de pintura del Banco Nacional de México. En ella, el visitante podrá apreciar un amplio panorama de la pintura en nuestro país con una selección que incluye destacadas obras del periodo virreinal, una significativa muestra de las creaciones decimonónicas y magníficas piezas de los siglos XX y XXI.

 


 

Desde su fundación en 1884, el Banco Nacional de México se ha vinculado con el ámbito social y cultural del país. Ejemplo de ello es la colección de obras de arte que desde entonces ha adquirido, conservado y difundido con una actitud comprometida y un interés por preservar el patrimonio artístico e histórico de México que ha llevado a la Institución a rescatar, repatriar y resguardar un importante acervo para contribuir al enriquecimiento de la cultura nacional. La colección pictórica es un referente obligado para el conocimiento del arte de nuestro país por la calidad de las obras y el notable catálogo de autores que la componen. El visitante podrá recorrer y gozar el vasto horizonte de cinco siglos de producción artística.

Detalle / Roberto Montenegro Nervo / Tehuana, ca. 1950 / Óleo sobre tela / Col. Banco Nacional de México

La muestra, dividida cronológicamente, inicia con la producción novohispana que representa temas religiosos e históricos, retratos y cuadros de “castas”. Entre los artistas que sobresalen en este período se encuentran Juan Correa y Cristóbal de Villalpando, considerados como los más eminentes pintores del barroco, así como Miguel Cabrera, mentor de una brillante generación de creadores del siglo XVIII. La pintura de los tres siglos del virreinato está ampliamente representada en la colección no sólo por la calidad de los artífices, sino por la variedad de los formatos de las obras, entre los que destacan los biombos y las tablas enconchadas.

Las obras pertenecientes al siglo XIX ostentan una vocación nacionalista, sello particular de la colección. Esa centuria fue testigo del paulatino desarrollo de temas mexicanos, así, los cuadros con escenas campestres fueron de la mano de los retratos academicistas de Pelegrín Clavé, Juan Cordero y Édouard Pingret. Daniel Thomas Egerton, Johann Moritz Rugendas y el barón de Gros, entre otros “artistas viajeros”, dejaron testimonio de su fascinación por el paisaje y por los tipos mexicanos. De igual manera, extranjeros como Eugenio Landesio, junto con los artistas nacionales como José María Velasco y Agustín Arrieta realizaron bellos paisajes, escenas costumbristas, tipos populares y bodegones, los cuales contribuyeron a construir la identidad nacional.

Con los artistas modernistas como Germán Gedovius y Julio Ruelas finaliza el siglo XIX y comienza el XX. Los pintores de la primera mitad de esta centuria iniciaron, bajo su influencia, los cambios y expectativas del México posrevolucionario. La configuración de un nuevo modo de ver y de representar los acontecimientos, a partir de la asimilación de las vanguardias, abrió paso a la llamada Escuela Mexicana de Pintura: Gerardo Murillo (Dr. Atl), Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros, José Clemente Orozco, Julio Castellanos, Roberto Montenegro, Jorge González Camarena, por mencionar algunos, se dieron a la tarea de recrear, desde la perspectiva nacionalista de la posrevolución, la imagen del México moderno en la que confluían el paisaje, los temas indígenas y sociales, las fiestas populares y la historia.

Detalle / Johann Moritz Rugendas / Volcán de Colima, ca. 1834 / Óleo sobre tela / Col. Banco Nacional de México

En forma casi paralela se desarrollaron otras corrientes artísticas como el surrealismo y más tarde el geometrismo y la abstracción, representadas por artistas como Rufino Tamayo, Alfonso Michel, Leonora Carrington, Pedro Coronel, Gunther Gerzso, Francisco Toledo y Rodolfo Morales, entre otros. En las últimas décadas del siglo XX surgieron nuevas generaciones con temas, estilos y técnicas inéditos representadas por los hermanos Castro Leñero, Irma Palacios y Sergio Hernández, por citar algunos, quienes lograron una renovación en el arte mexicano con alcances internacionales.

Así pues, la muestra La colección de pintura del Banco Nacional de México permitirá al visitante reencontrarse con su pasado a través de las obras novohispanas que, como dijo José Bernardo Couto, constituyeron la primera escuela mexicana de pintura, entender la configuración del nacionalismo decimonónico con la consolidación de la Academia de San Carlos y la producción de los “artistas viajeros”; y finalmente, apreciar la transformación de las artes abrevando en la variada producción de los siglos XX y XXI.

Para el Banco Nacional de México y para el Museo Arocena es un motivo de orgullo compartir con ustedes esta exposición que ofrece, sin duda, uno de los más ricos panoramas del desarrollo de la pintura mexicana.

Conoce más visitando www.fomentoculturalbanamex.org

Juan Cordero
La bañista, ca. 1864
Óleo sobre tela
Col. Banco Nacional de México


Édouard Pingret
Retrato de Anacleto Polidura y sus hijos,
Óleo sobre tela
Col. Banco Nacional de México

Rodolfo Nieto
El brindis, ca. 1970 – 1980
Óleo sobre tela
Col. Banco Nacional de México

Roberto Montenegro Nervo
Tehuana, ca. 1950
Óleo sobre tela
Col. Banco Nacional de México

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