Imaginería de Ultramar. Esculturas de marfil en la Colección Arocena.

Esculturas de marfil en la Colección Arocena.

El marfil es uno de los materiales más apreciados tanto en Oriente como en Occidente. En Europa, la talla de esculturas en marfil prosperó desde la Época Helenística (siglo III a.C.). Asi mismo, floreció a todo lo largo del Imperio Romano (100 a.C. – 476 d.C.) cuando los escultores contaban con un excelente abasto de materia prima. Aunque durante la Edad Media este material escaseaba en Europa Occidental, la tradición continuó en ciudades como París, Roma y sobre todo en los reinos árabes de la península ibérica.

Desde finales del siglo XV los viajes de exploración y conquista de las potencias europeas llevaron a sus navegantes a tierras americanas y asiáticas. En el oriente del globo, los españoles se adentraron en Filipinas, vía la Nueva España; mientras que los portugueses establecieron contacto con la India a través de los puertos de Goa y Kochin como centros estratégicos; además de la Isla de Ceilán y algunos puertos en China como Macao, aparte de importantes enclaves en las costas africanas.

Tanto España como Portugal se valieron de las habilidades de los artífices locales para impulsar el desarrollo de las manufacturas autóctonas destinadas al comercio ultramarino, como es el caso de la talla en marfil y su exportación a los virreinatos americanos y las metrópolis europeas. Los marfiles orientales para exportación debían ajustarse al gusto occidental en cuanto a modelos escultóricos y de iconografía se refiere, aunque al ser realizadas por artesanos nativos, la interpretación de motivos y formas tuvo rasgos muy distintivos.

En Filipinas, los marfiles chino-hispánicos eran esculpidos por los sangleyes, es decir, chinos residentes en las islas. En India y Ceilán las tallas eran realizadas por la población local, lo que se conoce como obras de origen indo-portugués. A pesar que entre las esculturas de una u otra proveniencia existen sutiles diferencias, como la talla de cabello, ojos, manos y las expresiones faciales, en ambas prevalecen estilos artísticos europeos como el tardo gótico, el renacentista y el barroco.

La Colección Arocena resguarda un importante acervo de tallas en marfil para el culto personal que datan de los siglos XV al XVIII: vestigio sin igual de las antiguas rutas de comercio transoceánicas que unieron bajo una misma manufactura todos los continentes del globo.

 

 
  • Anonimo guatemalteco, siglo XVIII.
    Anonimo guatemalteco, siglo XVIII.
  • Anonimo guatemalteco, siglo XVIII.
    Anonimo guatemalteco, siglo XVIII.
  • Anonimo europeo, siglo XVI.
    Anonimo europeo, siglo XVI.
  • Anonimo europeo, siglos XVI – XVI Virgen con el Niño.
    Anonimo europeo, siglos XVI – XVI Virgen con el Niño.

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