La civilización actual es producto del modelo dieciochesco basado en la eficiencia, el control y la normatividad. Esta filosofía dio forma al sector productivo, generando importantes avances en la producción de bienes y servicios. Sin embargo, el precio pagado en el aspecto humano dista mucho de ser el ideal para alcanzar la trascendencia y la felicidad. Se buscó homologar, uniformar y normar todo… ¡TODO! Como parte de esta civilización, la escuela adoptó esta filosofía, castigando la imaginación, la creatividad y la individualidad del niño.
A pesar de algunos intentos e iniciativas aisladas para contrarrestar este enfoque, el futuro de la educación no vislumbra cambios estructurales en el mediano plazo. Ante este panorama, una institución capaz de llenar ese vacío es el museo. Más que un simple contenedor de piezas o experiencias, el museo puede convertirse en un ente dinamizador para descubrir, estimular y desarrollar los talentos potenciales de los niños.
El museo, los niños, el staff de guías y facilitadores pueden “estar ahí”, pero falta una figura esencial para completar la ecuación: el docente. Desde su trinchera, el docente puede redescubrirse como artista y guiar a sus estudiantes en la apreciación y el cultivo de las bellas artes, un elemento clave para transformar una sociedad que, aunque eficiente, también se ha vuelto altamente deshumanizante.
No se busca formar artistas profesionales ni entregar la vida al arte, sino comprender cómo el arte puede enriquecer nuestras vidas. El reto es reconocer el arte como un medio para el desarrollo humano desde edades tempranas.
Por un lado, está el museo; por otro, el docente, la otra cara de la moneda que puede orientar, inspirar y enamorar a sus estudiantes de los intrincados y siempre misteriosos senderos de las bellas artes, que más que ofrecer respuestas, plantean preguntas y fomentan mentes críticas y dinámicas.
El docente “está ahí”, pero también alberga un artista que espera ver la luz.
Acompañémonos en esta experiencia mayéutica, cuyo inicio podemos marcar, pero cuyo fin nunca existirá.
El Museo Arocena invita a todos los docentes a la conferencia “El arte de educar. Descubriendo al artista que vive en cada docente” a cargo del Mtro. Miguel Ángel García, en el que los docentes podrán conocer cómo el arte puede enriquecer sus vida y contribuir al desarrollo humano desde la infancia.
Miguel Ángel García Rodríguez es Licenciado en Relaciones Internacionales por la Universidad Hispano Mexicana. Estudió la Maestría en Humanidades en el Instituto Cultural Helénico – Universidad Anáhuac de la ciudad de México. Cuenta con varios diplomados sobre economía política, administración japonesa, filosofía y creatividad, tanto en México como en el extranjero. Fue coordinador del área de Innovación y Capital Intelectual en Industrias Peñoles desempeñando tareas relacionadas con el desarrollo de programas de autoaprendizaje, aprendizaje integral, valores corporativos, creatividad y administración del conocimiento. Inició sus estudios de violín con el maestro Mihail Kousnetsov para continuar su formación musical con el maestro Tatul Yeghiazarian. Ha sido cronista y presentador de ópera en el Teatro Isauro Martínez en el proyecto de HD del Metropolitan de Nueva York, así como de los conciertos de la Camerata de Coahuila. Ha sido conductor de los programas “Encuentro con los clásicos”, “Cuéntame una ópera” (Radio Torreón) y “Creatividad en armonía” (Kiuu 91.1 FM). Es cofundador del Sistema DIME (Desarrollo Integral del Menor), organización que promueve la formación musical como rescate social en comunidades de alta vulnerabilidad en la Comarca Lagunera. Igualmente es director de la Orquesta Filarmónica Dime. Fue fundador y director de la Orquesta Filarmónica del CERESO de Torreón, proyecto que le hizo acreedor a la Medalla de Oro al Mérito Ciudadano por el Ayuntamiento de Torreón en 2021. Su labor pedagógica abarca desde la enseñanza del violín, hasta la historia de la música y la filosofía. Su pasión por la música también lo ha llevado por el terreno de la escritura siendo autor del libro “Música en un suspiro”, así como de las cápsulas radiofónicas del mismo nombre. Debuta en 2023 como dramaturgo con la creación del guion y la puesta en escena de la obra “Yo Vivaldi. Porque una máscara no puede esconderlo todo”.
Miércoles 14 de mayo, 6:00 p.m.
Auditorio 1 del Museo Arocena
Imparte: Miguel Ángel García | Docente de música y filosofía. Lic. En Relaciones Internacionales y Mtro. En Humanidades. Cofundador del Sistema DIME.
Cooperación voluntaria en beneficio de DIME (Desarrollo Integral del Menor).
¡Disfruta de esta conferencia en modalidad virtual!
Jueves 15 de mayo, 4:00 p.m.
Transmisión en Facebook y YouTube
Informes e inscripciones:
Teléfono: (871) 7 12 02 33 ext. 137
WhatsApp: 871 797 8580
Correo electrónico: afacio@museoarocena.com